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jueves, 17 de diciembre de 2009

«Le invité a tomar algo y luego me estampó un vaso contra el ojo»

elcomerciodigital.com, 15/12/09 - Oviedo

Dos versiones contradictorias, y un joven que se ha quedado prácticamente ciego de un ojo (sólo conserva el 0,7% de la visión). Este es el resultado de la agresión ocurrida en 2003 en un bar de Colloto, donde, presuntamente, el imputado D. E. V. golpeó a la víctima con un vaso de cristal. Como consecuencia, sufrió un grave traumatismo ocular y precisó hasta tres intervenciones quirúrgicas. El fiscal pide para él 10 años de cárcel por un delito de lesiones, y la acusación particular eleva la pena hasta los 11. Las indemnizaciones oscilan entre los 37.000 y 56.000 euros.
Más de cinco años después, el demandante está jubilado de su anterior empleo como vigilante de seguridad y desde hace seis meses trabaja para la ONCE. Ayer tuvo que rememorar lo sucedido en Colloto, algo que le ha provocado problemas psicológicos, como explicó ante el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial.
Aún desconoce los motivos que desembocaron en la agresión. «Estuvimos hablando en un grupo y me dijo que si le podía invitar a algo, y, de golpe y porrazo, me empezó a insultar y me estampó el vaso», recordó. «Para nada le provoqué, yo le invité a tomar algo y después de insultarme, me separé, me giré y en tres segundos me estampó el vaso», insistió la víctima ante las preguntas del tribunal.
Previamente, el acusado había dibujado un escenario diferente, nada conciliador. Según su palabra, fue el demandante quien se enfrentó a él y le agredió primero. «Empezó a meterse conmigo sin motivo alguno, se empezó a reír de mi y me marché a otro lado de la barra, pero él me siguió». En ese momento, «me agarró por la camiseta y me dio un puñetazo y al tirarme subí los brazos con el vaso en la mano», relató. Fue un acto de defensa «involuntario», según lo calificó el letrado de la defensa antes del comienzo de la vista oral. Para su representado, por ello, pide al juez la libre absolución.
Un nuevo puñetazo
El acusado agregó ayer nuevos datos al relato de hechos. «Es la primera vez que dice que recibió un puñetazo, no lo dijo ni ante la Policía ni ante el juzgado de Instrucción», precisó el fiscal.
Ante las dos versiones contradictorias, la acusación pública resaltó que «existen mayores garantías de fiabilidad en las declaraciones de la víctima». Y dejó en entredicho el puñetazo porque «no queda acreditado». En este sentido, remarcó que la víctima tiene una gran complexión física y «de no pillarle en un descuido, no hubiera recibido una agresión tan brutal».
Como «no hay duda sobre la autoría de los hechos», el fiscal solicitó la imposición de 10 años de prisión» para D. E. V., que fue condenado en cuatro ocasiones anteriores por los delitos de atentado, lesiones, robo y daños. La acusación solicitó que se tenga en cuenta la «reincidencia» al imponer las penas.
Una parte del juicio la protagonizó el presunto amigo del acusado, que el día de autos había, supuestamente, presenciado la agresión. Sin embargo, ayer ante el tribunal no ofreció ninguna versión de lo sucedido porque «estaba borracho y no recuerdo absolutamente nada», según contestó al Ministerio Público en varias ocasiones.
Un lapsus enjuagado en alcohol que, según atestiguaron dos agentes de la Policía, no era tal el día de los hechos. «Estaba aparentemente normal», confirmaron ayer. Ante esta posible jugada del testigo, el Ministerio Público pidió al tribunal que se le impute a su vez un delito de falso testimonio.