BIENVENIDOS A LA RONDA DEL VIGILANTE

viernes, 15 de febrero de 2008

Una pelea entre dos bandas a las puertas del Clínico acaba con una vigilante herida.

MALAGA, 15/02/08 - málagahoy.es
Ocurrió en la entrada de Urgencias · Más de 25 jóvenes se enzarzaron en una reyerta, algunos usando bates de béisbol y 'knunchakus' · Hay una denuncia por una falta de lesiones.

La madrugada del domingo fue movida en el Hospital Clínico. Y no porque hubiera muchos pacientes, sino porque dos bandas protagonizaron una reyerta a las puertas mismas de las Urgencias del centro sanitario. Entre 25 y 30 jóvenes, algunos armados con bates de béisbol y knunchakus, se enzarzaron en una pelea sobre las 7.00 de la mañana ante la mirada atónita de trabajadores y familiares de enfermos. En la trifulca resultó herida una vigilante de seguridad del hospital que, junto a otros tres guardas, intentaron contener a los exaltados. El forcejeo se produjo cuando los jóvenes, todos de entre 18 y 20 años, intentaron arrebatar las porras a los guardas de seguridad del hospital para utilizarlas en su enfrentamiento con los miembros de la banda rival. La pelea tomó tal cariz que al final tuvieron que desplazarse hasta el lugar varias patrullas de las policías Nacional y Local. "No hubo más heridos porque Dios no quiso", comentó ayer un trabajador. Pese al tumulto causado por la reyerta, no se produjeron detenciones. No obstante, los jóvenes fueron identificados y denunciados por los agentes por una falta de lesiones. La pelea en realidad había comenzado unas horas antes en una discoteca de Torremolinos. Las dos bandas iniciaron allí su disputa, que se saldó con tres heridos. Todos -aunque pertenecían a grupos rivales- fueron trasladados en ambulancia al Clínico. Allí, agentes de policía -las fuentes no supieron precisar si locales o nacionales- les tomaron declaración "y se marcharon". Al rato, llegaron al centro sanitario los amigos de los heridos. Los rivales volvían a verse las caras y, otra vez, a enfrentarse. Mientras dentro los tres lesionados esperaban puntos de sutura por distintos cortes superficiales en la cabeza, fuera los grupos retomaron su batalla. Un testigo relató que uno de los heridos de la primera reyerta que sangraba por el cráneo y estaba en la Unidad de Críticos, al darse cuenta de que fuera continuaba la gresca iniciada en Torremolinos, "se arrancó los sueros y sangrando, se levantó a pelear". Ayer, el Clínico confirmó que la vigilante de seguridad herida tiene una fisura en la muñeca. Nada aparentemente grave. La trabajadora fue atendida de inmediato en el mismo hospital, pero finalmente fue ingresada en la clínica de su mutua, ya que pertenece a una contrata del centro sanitario. Esta empresa presentará la correspondiente denuncia. El Clínico no lo hará, ya que la vigilante jurídicamente no es parte de su plantilla. No obstante, una portavoz afirmó que el centro sanitario "apoya" la demanda que presentará la contrata responsable de la seguridad. Los tres jóvenes que resultaron heridos en Torremolinos ya han sido dados de alta. Según el hospital, sus lesiones eran de carácter leve. Algunos trabajadores indicaron que la junta de personal mantendrá hoy una reunión urgente con el gerente del hospital, Antonio Pérez Rielo, para tratar el asunto. El centro sanitario no confirmó este encuentro. Miembros de la plantilla no descartaron una concentración a las puertas del hospital como en otras ocasiones en las que ha sido agredido algún trabajador de la plantilla. La decisión se tomará hoy tras la reunión con el gerente. También está prevista la redacción de un manifiesto de repulsa a estos hechos. Por su parte, fuentes policiales comentaron que por tratarse de una pelea a las puertas de un hospital, los agentes llevaban instrucciones de actuar con el mayor tacto posible para calmar los ánimos. Para los policías fue una pelea "poco numerosa". Para los sanitarios, en cambio, fue "tumultuosa".

Detenidos en Ávila tres jóvenes con antecedentes por robo que merodeaban por las joyerías de la ciudad.

ÁVILA, 12/02/08 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional detuvo en Ávila a tres jóvenes con antecedentes por sustracción de joyas en la costa mediterránea que fueron identificados después de merodear por varias joyerías de la ciudad y que ya han ingresado en prisión.
Se trata de D.K, de 33 años y natural de Georgia; G.B, de 21 años, natural del mismo país; y H.B, de 26 años y natural de Israel. Todos ellos tenían antecedentes por robo de joyerías y tienen expedientes de expulsión pendientes de resolución; además, dos habían sido condenados por un Juzgado de lo Penal con la consiguiente prohibición de entrada en España durante cinco años.
Según informó hoy la Policía Nacional, fue un vigilante de seguridad de un supermercado el que dio el aviso, al observar una "actitud sospechosa de tres individuos que merodeaban por las inmediaciones de una joyería".
Se estableció entonces un dispositivo en la zona centro, donde hay varias joyerías, y minutos más tarde se localizó a los tres jóvenes, que fueron trasladados a la Comisaría al carecer de documentación.
Una vez allí, se comprobó que los tres tenían antecedentes por robo de joyas y que las resoluciones de expulsión estaban pendientes de resolución.
Los tres detenidos han pasado ya a disposición de la autoridad judicial, que ha ordenado su ingreso en prisión.

Condenado a un año de cárcel y 210 euros de multa por robar en un centro comercial y agredir a los vigilantes.

LOGROÑO, 11/02/08 - EUROPA PRESS
El Juzgado de lo Penal número 1 ha condenado, en juicio rápido, a un año de cárcel, y 210 euros de multa, a un hombre por robar en un centro comercial y, al ser sorprendido, agreder a los vigilantes.
Según relata la sentencia, el acusado, mayor de edad y sin antecedentes, el 29 de diciembre del año pasado, se desplazó desde Burgos, en el coche de su madre, hasta un centro comercial de Logroño.
El juez considera como hecho probado que, allí, robó un jersey de marca, valorado en cien euros, y lo dejó en el coche. Luego, volvió a otra tienda y robó una cazadora, valorada en 399,95 euros y dos videojuegos.
Su conducta levantó sospechas en los vigilantes, que le trasladaron hasta un cuarto de intervención. Al decir una vigilante que iba a llamar a la policía, el acusado pegó un manotazo al teléfono, así como empujones a ésta y al otro vigilante.
Por estos hechos, el juez le considera autor de un delito de robo con violencia en grado de tentativa, con la atenuante de confesión. Le impone un año de cárcel, 210 euros de multa e indemnizar a los vigilantes así como al centro comercial.