Diariosur.es, Malaga - 05/04/08
El guarda sufrió una tortura psicológica, ya que le amenazaron con cortarle la cabeza si no les decía dónde estaba la caja fuerte Los ladrones se llevaron 80 euros y dos teléfonos móviles.
Más que una banda de atracadores, parecía un grupo de élite militar. Iban perfectamente uniformados, todos con la misma indumentaria, y armados hasta los dientes con hachas, mazas y machetes. Llevaban incluso walkie-takies para estar permanentemente comunicados entre ellos. Objetivo: asaltar una nave industrial.
Un grupo de encapuchados perpetró el pasado fin de semana un violento atraco en el almacén de la empresa malagueña Transportes Pitana, en la localidad de Alhaurín de la Torre. Los ladrones llegaron incluso a maniatar al vigilante de seguridad de la nave, al que hicieron pasar una auténtica tortura psicológica a base de amenazas de muerte. El trabajador está de baja por depresión tras el mal trago que tuvo que pasar durante el robo.
Los hechos ocurrieron sobre las 00.15 horas del sábado. Los ladrones, cuatro hombres con pasamontañas ataviados con uniformes de tipo militar, se repartieron en grupos. Mientras unos intentaban acceder al recinto desde un taller contiguo, los otros se colaron por una ventana de la nave y sorprendieron al guarda por la espalda. Tras inmovilizarlo, lo introdujeron en un despacho y lo ataron a una silla para que no pudiera moverse, según fuentes de la empresa.
Los asaltantes empezaron a registrar la nave en busca de la caja fuerte. Mientras uno vigilaba al guarda, los otros revolvieron todo el mobiliario en busca del dinero, pero no encontraron nada más que un sobre con 80 euros y un par de teléfonos móviles.
La caja fuerte
Los atracadores empezaron entonces a amenazar al vigilante, repitiéndole una y otra vez la misma pregunta. «¿Dónde está la caja fuerte?». El hombre intentó explicarles que en la nave nunca había dinero en efectivo, como así era, pero ellos no se daban por satisfechos con los 80 euros.
Ahí empezó la tortura psicológica. Según las mismas fuentes, lo amenazaron con cortarle la cabeza y llegaron a hincar el cuchillo en el respaldo de la silla, donde el guarda tenía atadas las manos, para intimidarlo. El empleado no pudo decirles dónde estaba porque en realidad, aseguran, no había nada.
Cuando comprendieron que la víctima les decía la verdad, los ladrones desistieron del robo y emprendieron la huida. Al marcharse, le dijeron al vigilante que no se moviera de donde estaba y que permaneciera amarrado hasta el día siguiente o, de lo contrario, volverían a por él.
Daños en el mobiliario
Aunque el botín fue muy escaso, los atracadores sí causaron serios daños en el mobiliario de la nave que la empresa estima entre 4.000 y 5.000 euros. Según las fuentes, destrozaron al menos seis puertas -las echaron abajo con mazas-, muebles, cuartos de baño y varias pantallas de ordenadores.
La Guardia Civil de Alhaurín de la Torre, municipio que sufre una oleada de robos en los últimos meses, ha abierto una investigación para detener a los atracadores, que son de distintas nacionalidades, según las fuentes. Entre ellos hay al menos un español, que es el que actuó de interlocutor con la víctima.
Un portavoz de transporte Pitana explicó que es el tercer asalto que sufren sus instalaciones en los últimos dos meses. Los anteriores se quedaron en tentativas, ya que saltaron las alarmas y los delincuentes huyeron.
