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viernes, 22 de enero de 2010

Unos gamberros incendian una discoteca de Vila al tirar petardos

diariodeibiza.es, 15/01/10 - Ibiza

Un grupo de adolescentes increpó a un perro y le arrojaron artefactos explosivos que cayeron al interior del local, que estaba cerrado - Un vigilante de seguridad les sorprendió y huyeron

Unos gamberros, posiblemente un grupo de adolescentes, incendiaron la madrugada del jueves de la semana pasada parte de la discoteca Somni de Vila al tirar petardos al interior. El local estaba cerrado, por lo que no hubo que lamentar víctimas, aunque sí algunos daños materiales de diversa consideración, según la información facilitada por el dueño del establecimiento.

Al día siguiente, 8 de enero por la mañana, el propietario formuló una denuncia en la comisaría de la Policía Nacional, cuyos agentes han comenzado una investigación encaminada a detener al grupo de vándalos.

Durante la temporada de invierno la discoteca Somni, ubicada en el paseo de ses Pitiüses de ses Figueretes, sólo abre los viernes, sábados y vísperas de fiesta por la noche, por lo que el día de los hechos, jueves, el local estaba cerrado. Un vigilante de seguridad controla la zona y un perro de raza rottweiler, propiedad del dueño del club, también suele estar atado en la parte de arriba, que alberga un hotel, cerrado en invierno.

Fue precisamente el animal el origen de la «broma». Un grupo de chavales comenzó a tirar petardos al perro, que es bastante viejo. Se dio la circunstancia de que uno o varios de los artefactos explosivos cayeron al interior de la discoteca a través de los orificios de un aparato de aire acondicionado.

El vigilante llamó a los bomberos

El vigilante de seguridad dio el alto a los adolescentes, que huyeron. Quince minutos después este hombre escuchó el ruido de otro petardo y comenzó a salir humo con olor a plástico quemado, por lo que decidió avisar a la Policía y a los bomberos, que sofocaron el incendio sobre las tres de la madrugada.

El dueño de la discoteca explicó ayer que hubo mala suerte, ya que uno o varios de los petardos cayeron en la zona donde está ubicado el guardarropa, en el que habían quedado al menos dos chaquetas olvidadas por los clientes.
Las prendas comenzaron a arder y las llamas se extendieron a los restos de los adornos navideños que estaban depositados al lado, bolas y árboles de Navidad, sobre todo.

El fuego afectó también a dos mesas, varios taburetes, dos cristaleras, un letrero luminoso de gran tamaño y a las paredes del local. El propietario ha aprovechado el suceso para cerrar la discoteca unos días y pintar de nuevo todo el establecimiento.

A pesar de que el dueño tenía previsto efectuar estas obras de remodelación, lamenta que ahora se vea obligado a hacerlo de inmediato debido a la «gamberrada» de unos chavales.