El fiscal ha pedido hoy una pena de cinco años de prisión por un presunto delito de incendio intencionado para un vigilante jurado que presuntamente originó un fuego en el Juzgado de Menores de Zamora cuando vigilaba esas dependencias judiciales el 27 de enero de 2007.
Por su parte, el abogado defensor ha solicitado la libre absolución del acusado, de iniciales F.J.R.P, durante el juicio que hoy ha quedado visto para sentencia tras más de cinco oral de vista oral celebrada en la sala de lo criminal de la Audiencia Provincial de Zamora.
La fiscalía también ha propuesto que el acusado haga frente a una indemnización de 1.190 euros por los daños originados por el incendio y que se declare responsable civil subsidiaria a la empresa de seguridad para la que trabajaba.
Por el estrado han pasado ocho testigos y tres peritos que relataron detalles del incendio, que afectó a tres baldas de una estantería que contenía varios expedientes judiciales de Menores ya resueltos.
El fuego fue sofocado antes de que llegaran los bomberos por el propio guarda jurado, que utilizó un extintor que había en el edificio judicial y llegó a sufrir quemaduras al intentar apagar las llamas.
Al término del juicio, el vigilante jurado que se ha sentado en el banquillo de los acusados ha admitido que debió ser él el que causó el incendio porque los hechos ocurrieron un sábado, cuando las dependencias se encontraban cerradas y él era el único que estaba allí.
Pese a ello, ha querido aclarar que no provocó el incendio de forma intencionada como sostiene la fiscalía.
Sin embargo, el ministerio público sostiene que el acusado tuvo ánimo de dañar las instalaciones debido a que se iba a cambiar la empresa encargada de la seguridad del Juzgado de Menores y el vigilante jurado podía quedarse sin trabajo.
La fiscalía se ha basado en la declaración de los bomberos que acudieron al aviso de incendio para sostener que el fuego se había originado con algún líquido inflamable.
Sin embargo, la defensa ha recordado que uno de los agentes de la policía científica que declaró en el juicio descartó que el origen del incendio estuviera en algún líquido inflamable y, en vez de ello, ha opinado que pudo haberse provocado con una colilla mal apagada.