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domingo, 30 de diciembre de 2007

El presidente del Valencia contrata una empresa de seguridad para custodiar su despacho profesional.

VALENCIA - 29/12/2007 (EUROPA PRESS)

El presidente del Valencia, Juan Soler, ha contratado una empresa de seguridad privada para custodiar el exterior de su despacho profesional en la calle Colón de Valencia, con el fin de evitar que los aficionados más críticos y molestos puedan realizar pintadas contra él, según pudo constatar Europa Press pasada la media noche de ayer.
Un vigilante se encargó de velar por la integridad del edificio durante toda la noche para evitar que puedan aparecer pintadas contra Juan Soler, después de la conferencia de prensa del viernes en la que dio la versión oficial sobre los casos de Albelda, Cañizares y Angulo y sobre los que dijo que no están "ni despedidos ni apartados" del primer equipo.
El presidente no quiere que se produzcan actos en su contra en su despacho profesional, algo que podría perjudicar su imagen de promotor inmobiliario, y para ello un vigilante se encarga de pasear por las inmediaciones del portal. Con esta medida, Soler quiere evitar las pintadas que no ha podido impedir, tanto en las fachadas de Mestalla, como en la valla perimetral que rodea la obra donde se construye el nuevo estadio en la Avenida de las Cortes Valencianas.
Las pintadas que se han producido tanto en Mestalla como en el nuevo campo de fútbol van contra el presidente y al mismo tiempo hay otras de apoyo a los jugadores, especialmente a favor del capitán valencianista David Albelda. Además, Soler también ha instaurado más seguridad y vigilancia en la Ciudad Deportiva.
En las conferencias de prensa de despedida de Albelda y Cañizares, un vigilante se encargó de abrir la puerta a los periodistas previa acreditación. Lo mismo ocurrió en el primer entrenamiento del año si se quería acceder al recinto el pasado viernes.
Soler vive uno de los momentos más bajos de popularidad desde que llegó a la presidencia del club y se ha visto obligado a tomar estas medidas ante las impopulares decisiones que han tomado tanto el presidente, como el director deportivo y el propio entrenador Ronald Koeman.